El wok recién comprado primero se sumerge en agua salada, luego se gotea con un poco de aceite para ensalada y se limpia. Si hay un olor extraño, corte el jengibre en trozos pequeños y vuelva a calentar en una sartén. El wok es fácil de oxidar, por lo que no debe comerse durante la noche. Trate de no usar sopa de wok ya que esto evitará que la superficie de la sartén se oxide y la capa de comida desaparezca. Cepille la sartén con la menor cantidad de detergente posible y luego limpie el agua. Si hay un ligero óxido, puede lavarlo con vinagre.